A los hijos de la Sra. Susana Esther Noguera De Márquez: Queridos hijos e hijas de nuestra amada Susana Esther: Con el corazón lleno de consuelo y esperanza en medio de este momento de despedida, queremos compartir con ustedes unas palabras de aliento y paz que brotan del amor de Dios y de la vida ejemplar que su madre vivió. Aunque hoy ella ya no está físicamente presente entre nosotros, su legado de amor, fe y servicio permanece vivo en cada uno de ustedes y en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla. La Biblia nos recuerda en 1 Tesalonicenses 4:16-17 : "Porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los que murieron en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor." Este versículo nos asegura que quienes han partido creyendo en Jesucristo no están perdidos para siempre, sino que un día se reunirán nuevamente con sus seres queridos en la gloria eterna. Susana Esther fue una mujer extraordinaria, cuya vida estuvo marcada por el amor a su familia, su dedicación a su comunidad cristiana y su espíritu emprendedor. Desde su labor junto a su esposo en Bobinados Occidente hasta su vocación como abogada y su pasión por la Librería Cristiana Kairos "TIEMPO DE DIOS", ella siempre buscó servir a otros con excelencia y humildad. Pero más allá de sus logros profesionales, lo que realmente brillaba en ella era su corazón bondadoso y su alegría por compartir momentos especiales con sus seres queridos, RECUERDO EL disfrutaR de un café en compañía. Hoy, aunque la tristeza puede embargar nuestros corazones, también podemos regocijarnos porque ella ha sido llamada a su morada celestial. Susana Esther ahora descansa en los brazos del Señor, libre de todo dolor y aflicción, mientras espera el día glorioso de la resurrección prometida. Y aunque la añoramos profundamente, sabemos que su partida no es el final, sino un hasta luego, porque algún día nos volveremos a encontrar en la presencia de Dios. Les animamos a recordarla con gratitud, a honrar su memoria viviendo según los valores que ella les enseñó y a aferrarse a la esperanza que solo Jesucristo puede dar. Su amor por ustedes y por su comunidad cristiana será siempre una luz que ilumine sus caminos. Que el Señor les conceda fortaleza, paz y consuelo en estos días difíciles. Que puedan experimentar Su presencia cercana y sentir el abrazo de Su amor en medio del duelo. Y que, al igual que su madre, puedan confiar plenamente en la promesa de Dios de vida eterna para aquellos que creen en Su Hijo. Con sincero cariño y oraciones, [EDWING.OCHOA VZLA 2025]

- EDWIN OCHOA, MERIDA, MERIDA